Piedra Verde, el nuevo hotel de Machalí
Machalí y sus alrededores, en la región del Libertador General Bernardo O’Higgins, están marcados por su historia minera, puntualmente por el cobre, ese metal que en ocasiones se torna un tanto verdoso. Ese detalle fue uno de los factores que inspiró el nombre del Hotel Piedra Verde, uno de los nuevos alojamientos de la zona, inaugurado a fines de agosto de 2017.
Este lugar cuenta con 60 habitaciones, las que se dividen en dos categorías: dobles y single, siendo una de ellas apta para personas con discapacidad media. Todas siguen la misma estética y decoración, es decir, minimalista, pues disponen sólo de la cama, sus veladores, un mueble a modo de escritorio y una televisión que cuelga de la pared.
No hay mayores adornos y los colores son bastante sobrios, por lo que invita al descanso. Su baño es funcional y es un espacio más dentro de la habitación, separado por paneles de vidrio. Todas poseen balcón, con una mesa y un par de sillas. Además, el recinto en su totalidad posee wifi.
Esta lógica coincide con cómo está pensado el hotel, pues es, fundamentalmente, para personas de negocios que llegan a la región, la cual posee un gran movimiento al estar muy ligada a la minería y su cercanía con Santiago. También, para pasajeros que realizan escapadas de fin de semana desde la capital y algunos extranjeros que, por trabajo o turismo, deben hospedarse en la ciudad.
Y es que la comuna cuenta con variados atractivos, siendo de los más conocidos Sewell, ciudad minera Patrimonio de la Humanidad, y la mina El Teniente, yacimiento de cobre subterráneo más grande del mundo. También está la Reserva Nacional Río Cipreses, el centro de ski Chapa Verde, el pueblo típico de Coya, más otros lugares y festividades que congregan a diverso tipo de turistas.
::: DISEÑO :::
La estética del Hotel Piedra Verde es industrial, pues posee líneas simples, cúbicas, donde destaca el metal. El diseño, a cargo del arquitecto Elvio Pero, contempla el uso de otros materiales, como la madera, la piedra y el vidrio, los que se pueden apreciar mejor en su interior.
Previamente, en el lugar se encontraba una casona de los '80, de la que trataron de conservar gran parte de sus materiales, para hacer que la construcción fuese lo más sustentable posible. Es así como el piso de su comedor y sala de estar es de araucaria, el mismo que estaba en el antiguo inmueble. En tanto, los veladores están fabricados con vigas de la otrora casa. Pero esa filosofía ecológica va más allá, dado que todo el recinto utiliza luces led y su energía proviene de paneles solares, los que durante el verano abastecen casi la totalidad de la demanda mientras que en invierno alrededor de un 50%.
::: ESPACIOS :::
La influencia del campo es otro elemento potente de la zona, por eso, el Hotel Piedra Verde ha trabajado en conservar y cuidar los árboles de los alrededores y potenciar el verdor de la zona. Su comedor, llamado Las Higueras y con una capacidad para 120 personas, posee amplios ventanales, que no sólo lo nutren de luz natural gran parte del día, sino también que generan una relación con el exterior.
La onda de este espacio es acogedora y elegante, lo mismo que en el hall y su espacio común, donde también se integra la madera, el vidrio, el cobre y la piedra. En tanto, algunas de las murallas poseen imágenes de lo que fue el pasado minero de la región, dándole más sentido al proyecto.
El Bar Sewell es bastante simple y sobrio, con unas pocas mesas interior donde predomina el negro y grandes ventanales que dejan ver la terraza y su piscina, de un tamaño justo para la capacidad del hotel. En el exterior, se combina la madera con el verdor, habiendo varias mesas y sillas reclinables, las que sirven de reposeras, pues el hotel carece de reclinatorios para quienes les gusta tomar sol o leer tendidos. Acá también se encuentra una parrilla la que está disponible para los pasajeros, previa coordinación con el personal.
El lugar cuenta con una pequeña sala de ejercicio, la que dispone de tres máquinas (trotadora, bogadora y banqueta de abdominales); dos salas de reuniones para 12 y para 30 personas; y una amplia sala multipropósito equipada con proyector y telones. Por lo mismo, acá se pueden realizar múltiples eventos, los que van desde una convención hasta un matrimonio.
::: GASTRONOMÍA :::
La propuesta gastronómica de Las Higueras, desarrollada por el chef de la zona, Andrés Pino, es sabrosa y posee un alma hogareña centrada en las carnes y las pastas, aunque también se pueden encontrar ciertas opciones marinas o basada en vegetales. Además, trabaja con productos locales, como conejo. Sin embargo, hay excepciones como la Ensalada Del Valle, que posee en su mayoría ingredientes enlatados. Los postres están en su mayoría bien logrados y cautivan con sus golosos sabores y texturas.
Su carta de vinos está compuesta con casi puras viñas de la zona y está basada en las tradicionales cepas. En coctelería, se ofrecen los clásicos más algunos de la casa, que se caracterizan por ser tradicionales preparaciones elaboradas con miel de palma. Al listado se suma destilados, licores y cervezas.
Tanto el restaurante como el bar están también abierto a todas las personas y no necesariamente a los pasajeros.
Los desayunos son modalidad buffet y cuenta con té, café, leche, jugo envasado, queso, algunos tipos de charcutería, varias alternativas de pastelería, yogur con sabor, cereales y diversas preparaciones de huevos.
::: CONCLUSIÓN :::
Piedra Verde viene a refrescar la oferta hotelera y gastronómica de la zona, siendo lo último un plus también para los habitantes del sector, quienes pueden disfrutar de sus sabores sin necesariamente alojarse.
El hotel es bastante funcional para las personas que se hospedan por trabajo, que visitan la zona por actividades puntuales o están enfocadas en recorrer los alrededores. También, es una buena opción para eventos.
Por su reciente apertura, este lugar tiene detalles que mejorar y posee varios proyectos por delante, como crear un área de spa, con lo que podría volverse aún más atractivo para que los huéspedes pasen mayor cantidad de tiempo en el lugar y, a su vez, atraer a más personas que quieran una escapada de la capital.
Texto : Loreto Oda
No hay mayores adornos y los colores son bastante sobrios, por lo que invita al descanso. Su baño es funcional y es un espacio más dentro de la habitación, separado por paneles de vidrio. Todas poseen balcón, con una mesa y un par de sillas. Además, el recinto en su totalidad posee wifi.
Esta lógica coincide con cómo está pensado el hotel, pues es, fundamentalmente, para personas de negocios que llegan a la región, la cual posee un gran movimiento al estar muy ligada a la minería y su cercanía con Santiago. También, para pasajeros que realizan escapadas de fin de semana desde la capital y algunos extranjeros que, por trabajo o turismo, deben hospedarse en la ciudad.
Y es que la comuna cuenta con variados atractivos, siendo de los más conocidos Sewell, ciudad minera Patrimonio de la Humanidad, y la mina El Teniente, yacimiento de cobre subterráneo más grande del mundo. También está la Reserva Nacional Río Cipreses, el centro de ski Chapa Verde, el pueblo típico de Coya, más otros lugares y festividades que congregan a diverso tipo de turistas.
::: DISEÑO :::
La estética del Hotel Piedra Verde es industrial, pues posee líneas simples, cúbicas, donde destaca el metal. El diseño, a cargo del arquitecto Elvio Pero, contempla el uso de otros materiales, como la madera, la piedra y el vidrio, los que se pueden apreciar mejor en su interior.
Previamente, en el lugar se encontraba una casona de los '80, de la que trataron de conservar gran parte de sus materiales, para hacer que la construcción fuese lo más sustentable posible. Es así como el piso de su comedor y sala de estar es de araucaria, el mismo que estaba en el antiguo inmueble. En tanto, los veladores están fabricados con vigas de la otrora casa. Pero esa filosofía ecológica va más allá, dado que todo el recinto utiliza luces led y su energía proviene de paneles solares, los que durante el verano abastecen casi la totalidad de la demanda mientras que en invierno alrededor de un 50%.
::: ESPACIOS :::
La influencia del campo es otro elemento potente de la zona, por eso, el Hotel Piedra Verde ha trabajado en conservar y cuidar los árboles de los alrededores y potenciar el verdor de la zona. Su comedor, llamado Las Higueras y con una capacidad para 120 personas, posee amplios ventanales, que no sólo lo nutren de luz natural gran parte del día, sino también que generan una relación con el exterior.
La onda de este espacio es acogedora y elegante, lo mismo que en el hall y su espacio común, donde también se integra la madera, el vidrio, el cobre y la piedra. En tanto, algunas de las murallas poseen imágenes de lo que fue el pasado minero de la región, dándole más sentido al proyecto.
El Bar Sewell es bastante simple y sobrio, con unas pocas mesas interior donde predomina el negro y grandes ventanales que dejan ver la terraza y su piscina, de un tamaño justo para la capacidad del hotel. En el exterior, se combina la madera con el verdor, habiendo varias mesas y sillas reclinables, las que sirven de reposeras, pues el hotel carece de reclinatorios para quienes les gusta tomar sol o leer tendidos. Acá también se encuentra una parrilla la que está disponible para los pasajeros, previa coordinación con el personal.
El lugar cuenta con una pequeña sala de ejercicio, la que dispone de tres máquinas (trotadora, bogadora y banqueta de abdominales); dos salas de reuniones para 12 y para 30 personas; y una amplia sala multipropósito equipada con proyector y telones. Por lo mismo, acá se pueden realizar múltiples eventos, los que van desde una convención hasta un matrimonio.
::: GASTRONOMÍA :::
La propuesta gastronómica de Las Higueras, desarrollada por el chef de la zona, Andrés Pino, es sabrosa y posee un alma hogareña centrada en las carnes y las pastas, aunque también se pueden encontrar ciertas opciones marinas o basada en vegetales. Además, trabaja con productos locales, como conejo. Sin embargo, hay excepciones como la Ensalada Del Valle, que posee en su mayoría ingredientes enlatados. Los postres están en su mayoría bien logrados y cautivan con sus golosos sabores y texturas.
Su carta de vinos está compuesta con casi puras viñas de la zona y está basada en las tradicionales cepas. En coctelería, se ofrecen los clásicos más algunos de la casa, que se caracterizan por ser tradicionales preparaciones elaboradas con miel de palma. Al listado se suma destilados, licores y cervezas.
Tanto el restaurante como el bar están también abierto a todas las personas y no necesariamente a los pasajeros.
Los desayunos son modalidad buffet y cuenta con té, café, leche, jugo envasado, queso, algunos tipos de charcutería, varias alternativas de pastelería, yogur con sabor, cereales y diversas preparaciones de huevos.
::: CONCLUSIÓN :::
Piedra Verde viene a refrescar la oferta hotelera y gastronómica de la zona, siendo lo último un plus también para los habitantes del sector, quienes pueden disfrutar de sus sabores sin necesariamente alojarse.
El hotel es bastante funcional para las personas que se hospedan por trabajo, que visitan la zona por actividades puntuales o están enfocadas en recorrer los alrededores. También, es una buena opción para eventos.
Por su reciente apertura, este lugar tiene detalles que mejorar y posee varios proyectos por delante, como crear un área de spa, con lo que podría volverse aún más atractivo para que los huéspedes pasen mayor cantidad de tiempo en el lugar y, a su vez, atraer a más personas que quieran una escapada de la capital.
Texto : Loreto Oda
