Courtyard Santiago combina relajo y funcionalidad bajo adecuadas medidas sanitarias por la pandemia

Courtyard by Marriott Santiago Las Condes debió, como muchos, adaptarse al nuevo contexto ocasionado por la pandemia. Es por esto, que el hotel volvió a abrir sus puertas con varios nuevos protocolos para enfocarse ahora en el pasajero nacional, especialmente, santiaguinos que buscan una escapada de relajo dentro de la ciudad. Es así como, por el momento, quedó atrás el huésped extranjero de perfil ejecutivo que venía por asuntos de trabajo, nicho que ha sido su fuerte en sus cinco años de vida en la capital chilena.

Dentro de las medidas está que al momento de llegar todo el equipaje es desinfectado con un mecanismo especial y, como indica la ley, tanto en su lobby como en su restobar, The Bistro, se debe respetar el distanciamiento social, por lo cual está funcionando a una capacidad de cerca del 40%. Además, todas las áreas son sanitizadas cada dos horas.

En cuanto a la cocina, no solo se han extremado las medidas de higiene y se han comprado nuevos insumos que permitan una completa desinfección y control, sino también su carta se ha reducido y se ha vuelto más flexible, para que el huésped tenga más opciones a la hora de elegir. A esto se suma que se habilitó el servicio a la habitación para evitar aglomeraciones. El hotel mantiene en funcionamiento sus 205 habitaciones, con dispensador de alcohol gel en cada piso y un uso restringido de personas en los ascensores.

También existe un estricto protocolo para sus áreas comunes, por lo que hay que registrarse, en turnos de una hora, tanto para el gimnasio como la piscina, la que puede funcionar gracias a que cumple con el metraje permitido por ley, lo que implica que pueden estar 4 personas al mismo tiempo. Tanto las reposeras como los implementos aeróbicos tienen un cartel que indica cuando fueron ocupados y que no están disponibles para su uso inmediato, por lo que son desinfectados por el personal una vez de usados.

Habitaciones

Actualmente, se encuentran disponibles las 205 habitaciones del hotel, las que se dividen en diferentes categorías. En total existen dos suites y las standars, ya sea matrimoniales o con dos camas, con diferentes panorámicas de la capital. Por cada piso hay dos habitaciones conectadas, las que son ideales para las familias. Además, hay un par acondicionadas para personas con movilidad reducida. En todas se puede solicitar una cama adicional o cuna.

Como este hotel está pensado para un pasajero de carácter ejecutivo, las habitaciones tienen un práctico escritorio, además de una pequeña mesita de estar. También está disponible una plancha y su tabla. Todas poseen un televisor con cable incrustado a la pared, lo que hace que no sea invasivo con la estética del lugar.

Sus camas son cómodas y sus sábanas y almohadas lo bastante suaves como para invitar a un descanso reponedor. Lo mismo sucede con su ducha, con buena presión y ajuste de temperatura. Su baño es funcional, agradable y con buenos amenities.

Como el espíritu de esta marca está en las personas de negocios que suelen pasar varias noches en el hotel, es que tiene disponible una lavandería sin costo, para la cual solo hay que sacar turno y comprar el detergente que se vende en su The Market, abierto las 24 horas, donde también hay diferentes productos y alimentos que se pueden guardar en el frigorífico, el cual se encuentra vacío y disponible para este tipo de uso.

Justamente, The Market está pensado para satisfacer las necesidades de los huéspedes luego que la cocina cierra, ya que no está operativa toda la noche. Hoy sigue la misma lógica, aunque tiene otros productos a la venta, como mascarillas o alcohol gel.

Gastronomía

The Bistro es el nombre de su restaurante y bar, el que está a cargo de la chef chilena-venezolana, Natassja Moya, quien comenzó hace 17 años a trabajar en la cadena Marriott, en el JW Marriott Caracas, para luego llegar a Chile, eso sí, pasando por otras cocinas antes de integrarse a este proyecto hace casi dos años.

Si bien, hay una carta nueva esperando a ser estrenada luego que se regularice la pandemia, hoy cuenta con una propuesta acotada, que incluye opciones veganas, y que han rescatado varios de sus hits, como su irresistible Ensalada Bistro que lleva cubos de atún sellado, queso de cabra, prosciutto, palta, cebolla caramelizada al vino, lechuga y una vinagreta intensa y dulce.

Sin embargo, este menú tiene un especial acento en las pastas, que pueden ir con la salsa que uno desee porque una de las cualidades de esta nueva apuesta es que es bastante flexible, ya que el huésped puede combinar como quiere algunas recetas.

“Un plus que tenemos a diferencia de otros Courtyard es que ofrecemos una gastronomía diferente y variada, donde el huésped puede combinar su proteína y está más adaptada a lo que le gusta al cliente local, por eso, en carta tenemos mucho producto de la zona”, especifica la chef.

Todos los platos se pueden disfrutar tanto en el restaurante, que cuenta con las medidas de distanciamiento, como en la habitación. Lo mismo que el desayuno, que puede ser al estilo americano o el huésped lo arma con las alternativas disponibles. Para quienes anden cortos de tiempo está la opción To Go, es decir, que lo ordena desde la habitación y luego pasa a retirarlo a la recepción para salir directo del hotel.

Quienes quieran visitar el restaurante o el bar y no estén alojando podrán degustar sus sabores en sus espacios al aire libre.

El bar también está por el momento con una breve carta, con pocas opciones de autor, pero que ofrece creaciones con y sin alcohol, las que pueden disfrutar en su agradable terraza con diversos ángulos de la capital.

Espacios comunes

Dentro de sus espacios comunes están sus diferentes terrazas con mesas y reposeras con distintas panorámicas de la ciudad, además de su piscina techada y temperada, a 30 grados, con hidromasajes.

Todas las reposeras son sanitizadas una vez que son utilizadas y cuentan con un cartel que indica cuando están disponibles para su uso. También hay toallas adicionales completamente selladas.

A un costado se encuentra una sala de juegos con mesa de ping pong, taca taca y otra de air hockey, además de algunas actividades para los más pequeños, quienes pueden estar allí sin problema mientras los padres están en la piscina, ya que los separadores son de vidrio.

Para acceder a estos servicios se debe agendar una hora en recepción, al igual que el gimnasio, que tiene todas las máquinas e implementos necesarios para entrenarse.

En lo que respecta a los salones, hay dos para directorios equipados con televisión, proyector y servicio de alimento y bebidas con una capacidad, ahora en pandemia, de seis personas, más un gran salón que se subdivide en tres que posee todo lo necesario para eventos más multitudinarios, como era antes, o reuniones más pequeñas, con una capacidad de 20 personas con distanciamiento de metro y medio.

Su ubicación, a pasos del Parque Araucano y del Mall Parque Arauco, además de otras atracciones y lugares de interés turístico, hacen que Courtyard by Marriott Santiago Las Condes resulte bastante práctico para esa persona que viene a Santiago por negocios o trámites, lo mismo para ese santiaguino que solo busca un refresh dentro de la ciudad.

TXT: Loreto Oda / Noviembre 2020