Termas El Corazón, relajo con aguas terapéuticas en la pre cordillera andina

En la pre cordillera andina, en medio de un paisaje dual entre lo agreste del cerro y el verdor de las viñas circundantes del Valle del Aconcagua, a unos 85 kilómetros de Santiago –una hora y media de la capital y un poco más desde Viña del Mar-, se encuentran las Termas El Corazón, un alojamiento con más de 70 años de historia a cargo de la familia Bianchini Frost.

En este microclima de casi 300 días de sol al año se emplazan sus 150.000 metros cuadrados de terreno, donde encuentras habitaciones, comedores, piscinas y Spa, infraestructura que está pensada para albergar a público de todas las edades, siendo su fuerte las familias y las personas de la tercera edad o con movilidad reducida, por lo que en las diversas áreas hay pasarelas, pasamanos, ascensores y accesos para sillas de ruedas.

Además, es un centro de convenciones, razón por la cual puede ser un lugar idóneo para actividades institucionales o eventos de fin de año.

El complejo dispone de 73 habitaciones con capacidad para alojar hasta 170 personas, un número que gracias a sus metrajes se mantiene intacto en época de pandemia por COVID-19, aunque con una serie de protocolos en el uso de sus áreas comunes y salones, medidas que se instauraron el primero de octubre cuando volvió a abrir sus puertas luego del encierro que trajo consigo esta emergencia sanitaria.

En la época de mayor demanda, se debe reservar el acceso a las piscinas, para así poder cumplir con el aforo. Durante 2 horas el huésped tiene libre tránsito por cualquier de sus áreas con agua. Por lo mismo, por el momento se encuentra cerrado el gimnasio, la guardería y el salón de belleza y peluquería, aunque si alguien necesita del servicio se puede habilitar de acuerdo a disponibilidad y con previa coordinación.

Instalaciones

El corazón de estas termas son sus aguas, por lo mismo es que cuenta con diversas piscinas temperadas, las que son supervisadas por un salvavidas hasta las 20 horas, momento en el que dejan de estar habilitadas.

En el área principal hay una semi olímpica, con camas con hidromasajes y chorros en altura, ideales para poner directo en cuello y espalda. Además, es allí donde algunas tardes se realizan actividades, como zumba dentro del agua.

A un costado se encuentra un bar, que por el momento se mantiene cerrado, y un poco más apartado y escondido una piscina redonda más pequeña, también con hidromasaje.

Del otro lado está el pabellón termal, con una piscina mediana con chorros verticales en altura, que se conecta con otra exterior de similares características, ambas temperadas. En la techada, además hay camas con hidromasajes y en las inmediaciones se encuentran dos jacuzzis de agua caliente y una piscina de agua fría.

Para las personas que vienen por el día hay vestidores, lockers individuales y baños.

En lo que respecta al SPA, además de piscinas y jacuzzis, tiene sauna, peluquería, servicios de masajes y terapias, que contemplan el uso de piedras calientes y miel.

Si el enfoque de la visita es negocios, el recinto dispone de un Business Center y siete salones de conferencias, el mayor de ellos con una capacidad para 300 personas, número previo a la pandemia. Todos están equipados para que se desarrollen seminarios y eventos de trabajo.

Para los creyentes, o quienes deseen un momento de reflexión y oración, podrán ir a la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes que se encuentra dentro de las inmediaciones de las termas.

Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de un trekking, actividad que se realiza prácticamente a diario durante la mañana con la supervisión de un guía, el que cuenta con 4 circuitos de -1,2km, 3,4 km, 4,5 km y 5,8 km-, para todas las edades. Quienes quieran ir por su cuenta, pueden hacerlo, pero deben estar atentos ya que no hay un sendero o señaléticas que indiquen el camino o la dificultad.

Al poco andar, y desde lo alto de los cerros, se puede tener una hermosa vista del valle, que muestra su aridez y verdor, más una laguna artificial. En el recorrido se podrán ver aves silvestres y algunas especies de floras típicas de la zona, como espinos, quillayes, entre otros. Por la temperatura del valle, es recomendable hacer este recorrido muy temprano o al final del día, siempre con una buena hidratación, para así disfrutar al máximo de la experiencia y del paisaje.

Habitaciones

Termas El Corazón cuenta con 73 habitaciones de 3 tipos, las que te esperan con un chocolate en forma de corazón de bienvenida, además de mascarilla, alcohol gel y una bata para moverte por las instalaciones. Muchas poseen entradas habilitadas para personas con movilidad reducida.

Las 3 categorías tienen pisos de alfombra, caja fuerte, un televisor señal satelital y teléfono. En tanto, las camas son cómodas e invitan al descanso. A esto se suma un baño bastante funcional, con tina y una ducha con buena presión que se nutre de aguas termales. Sus amenities son corrientes y contemplan un secador.

La Estándar es para dos personas; la Eucaliptus es para una familia, ya que cuenta con dos ambientes: en el primero hay una antesala con un pequeño comedor con dos sillas, frigobar y una cama de plaza y media, mientras que en la otra la cama matrimonial con acceso a una mini terraza desde donde se puede contemplar la montaña. Quillayes es para grupos familiares, por lo que algunas son departamentos de dos pisos y todas las comodidades ya mencionadas en las otras categorías.

Gastronomía y bar

Los sabores de Termas El Corazón se puede disfrutar en sus diversas áreas: Comedor Galería (con capacidad de 250 personas antes de la pandemia), Comedor Mirador (para 300 personas previo a los protocolos actuales), una cafetería (para 70 personas) y su bar.

En tanto, su gastronomía se basa en una propuesta de cocina internacional y criolla, con un fuerte acento en las carnes, las pastas, algunas recetas tienen aires más gourmet tanto en su elaboración como su montaje.

Dada la nueva contingencia por la pandemia, el área de comidas ha sufrido diversas variaciones, desde su desayuno hasta su almuerzo y cena, por lo que no está disponible el bufet.

En el caso de la primera comida del día, todo está porcionado, debidamente sellado y dispuesto en un mesón para sacar y llevar a la mesa. Hay dispensadores de té, agua caliente, leche y máquinas de café, además de vasos desechables para servir. En tanto, las porciones de huevos, en el caso de querer, son traídas directamente a la mesa en un envase descartable. En el caso del almuerzo y la cena ahora está disponible una carta que se mantiene para el medio día, pero que varía para la noche.

Su bar, recientemente rebautizado como Frost Bar, es uno de los puntos fuertes de su propuesta, el que está a cargo, desde octubre de este año, del bartender y sommelier, Mauricio Fernández, cuando el recinto pudo volver a abrir sus puertas tras haber estado cerrado producto de la pandemia.  

Esta renovada área ofrece coctelería clásica y de autor, además de algunas improvisaciones que Mauricio va creando dependiendo de los gustos o peticiones de los huéspedes, las que él ha bautizado como Sorpréndeme.   

Acá, el servicio y calidad de los productos es fundamental, por eso, te encontrarás con un bar nutrido de buenas etiquetas, algunas no muy usuales, además de ciertos insumos producidos en el lugar. En otras palabras, una coctelería que sin duda vale la pena conocer. 

TXT: Loreto Oda M. / Diciembre 2020