Casa California, un hotel boutique ideal si el panorama es disfrutar los cerros de Valparaíso
El nombre de este Guesthouse hace alusión al nexo entre Valparaíso y California, que, según cuentan sus dueños, empezó en el año 1848 con el descubrimiento de oro en las montañas de Sierra Nevada.
Casa California te atrapa desde antes de cruzar la puerta. Esto, porque este hotel boutique está hecho con amor y eso se transmite. Cada detalle ha sido cuidadosamente pensado por sus dueños, Johnny Major y Catalina Atria, quienes han decorado esta antigua casona, construida a fines del siglo XIX y que renovaron completamente, con cosas que eran de sus familias o que trajeron de sus tantos viajes.
El nombre de este Guesthouse hace alusión al nexo entre Valparaíso y California, que, según cuentan sus dueños, empezó en el año 1848 con el descubrimiento de oro en las montañas de Sierra Nevada. “La noticia viajó rápidamente a distintas partes del mundo, entre ellas, al puerto chileno. Muchos de los primeros en llegar a Yerba Buena (después San Francisco) fueron chilenos. Valparaíso y San Francisco crecieron juntos con el comercio que surgió. Muchos europeos y estadounidenses que viajaron a California pasaron por Valparaíso y terminaron quedándose y armando sus vidas aquí”. Pero hay más, ya que también hace referencia a su unión: él californiano y ella chilena.
La historia de este lugar comenzó hace seis años, aunque fue en septiembre de 2021 cuando abrió definitivamente sus puertas, esas que pasan desapercibidas como hotel, pues parte del misticismo es que no hay cartel, dando la impresión que se trata de una antigua casona más, intervenida con los clásicos murales porteños
Instalaciones
Este hotel boutique, de una decoración con influencia española-colonial, cuenta con siete habitaciones, todas con baño privado y camas matrimoniales, salvo una que tiene una pequeña adicional. Además, cada una tiene una estufa para asegurar una buena calefacción y no cuentan con televisión.
Las camas son cómodas, al igual que las almohadas, lo que asegura un buen descanso. Esto se potencia gracias a unas gruesas cortinas y ventanas reforzadas, para que no entre el frío y el ruido exterior.
Las duchas son amplias y cuentan con buena presión y no demora en calentar. Hay amenities básicos y secador de pelo.
Como se trata de un hotel enfocado en ser un punto de descanso mientras se disfruta de los atractivos de los cerros, no hay muchos espacios comunes, salvo su encantadora terraza interior al aire libre, habilitada para fumadores, y su sala de estar, un espacio acogedor, lleno de fotos y retratos familiares, ideal para leer algunos de los libros, tanto en inglés como en español, que están disponibles durante la estadía.
Acá también es donde se monta el desayuno, el único servicio de comida, por el momento. Huevos revueltos, mermeladas naturales, café (tostado por John), leche de vaca y vegetal, más frutas, son algunos de los alimentos que se ofrecen. Hay opciones vegetarianas y veganas, pero hay que avisar con tiempo.
El check in es a las 15 horas y el check out al mediodía, aunque hay flexibilidad en esto, ya que lo que buscan sus anfitriones es que la experiencia sea genial, de principio a fin.
TXT: Loreto Oda, junio 2022
Lugar: Casa California
